El triunfo de Trump en 2024: 7 lecciones clave para la estrategia política

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en 2024 es una prueba de que la política es un terreno complejo donde la estrategia es tan importante como el mensaje. Analizaremos cómo este triunfo nos ofrece lecciones estratégicas, conectándolas con los principios de autores clásicos y contemporáneos para profundizar en los elementos esenciales de una campaña exitosa.

1. La estrategia es la mejor campaña
El éxito de Trump demuestra que la campaña en sí misma es la materialización de una estrategia bien pensada. Desde el inicio, su equipo comprendió la necesidad de un mensaje alineado con las expectativas y tensiones del momento. Como afirma Sun Tzu en «El Arte de la Guerra», «la mejor victoria es la que se obtiene antes de que inicie la batalla». Trump estructuró su campaña para posicionarse como el candidato de «recuperación nacional», resonando con el electorado que quería un cambio en la dirección del país.

2. Si un imprevisto refuerza tu mensaje, úsalo a tu favor
Trump y su equipo han demostrado nuevamente cómo utilizar los eventos inesperados para consolidar su narrativa. Durante la campaña de 2024, cada ataque o controversia fue aprovechado como un impulso a su posición de «outsider». Esto recuerda a Machiavelli en «El Príncipe», quien destaca la importancia de moldear los eventos en favor propio. Trump tomó cada imprevisto como una oportunidad para reforzar su imagen de líder «anti-establishment».

3. Si un partido se quiere reelegir, tiene que evaluar su popularidad actual
Para un partido o candidato en busca de reelección, medir la popularidad es clave. Trump, como exmandatario, supo aprovechar el descontento y se enfocó en el sector del electorado insatisfecho con la administración previa. Este análisis de la popularidad es un punto crítico que Kotler y Lee, en «Marketing in the Public Sector», consideran esencial para entender el terreno de la reelección: la percepción actual es el termómetro que determina si es viable o no intentarlo.

4. Las personas votamos por valores y usamos los programas para justificarlo
El electorado de Trump en 2024, como en 2016, votó movido por valores como la seguridad, el orgullo nacional y la estabilidad económica. Trump comprendió esta dimensión y aprovechó las emociones de su base. Jonathan Haidt, en «La mente de los justos», señala que nuestras decisiones políticas nacen de una alineación con valores profundos, y los programas son solo el argumento racional que justifica una decisión tomada desde el corazón.

5. Las personas no votan por quienes votan sus ídolos
Trump confirmó que los respaldos de celebridades o líderes sociales tienen un impacto limitado. Los votantes, especialmente en tiempos polarizados, no deciden su voto basándose en figuras públicas, sino en sus propios valores. Gabriel Tarde, en «La opinión y la multitud», destacó esta independencia: aunque las figuras públicas influyen, en temas profundos, la gente sigue sus propias convicciones y no los pasos de los ídolos.

6. Si tu gobierno no fue bueno y buscas reelegirte, debes hacer promesas nuevas
Trump abordó temas de insatisfacción, como el descontento económico y social, y ofreció propuestas nuevas y disruptivas para conectar con la frustración del electorado. Esto evoca los principios de Robert Cialdini en «Influence», donde la atracción hacia la novedad y el cambio es fundamental, especialmente cuando el descontento con el statu quo es alto. Trump supo ofrecer una visión renovada, pese a ser un candidato ya conocido.

7. El liderazgo contextual es el que se adapta a las necesidades de la gente
El liderazgo de Trump es el resultado de entender el clima social y adaptarse a las necesidades de su base, que buscaba un cambio radical. Fred Fiedler y su teoría de contingencia explican que un líder efectivo adapta su estilo a las demandas del momento y a su grupo objetivo. Trump logró moldearse para representar el «deseo de cambio» y responder a las demandas específicas del 2024, logrando una conexión personal con su base.

La victoria de Trump en 2024 nos recuerda que la política es el arte de entender al votante, adaptarse a los imprevistos y construir una narrativa que conecte con los valores más profundos de la sociedad. Un verdadero estratega político debe conocer estos elementos y saber aplicarlos en un entorno cada vez más impredecible y polarizado.